Nueva Biblioteca Pública del Estado de Jalisco

Una biblioteca del Estado ofrece una rara oportunidad para crear un ambiente en donde se combinan lo contemporáneo, lo público y el aprendizaje. Debe mezclar notoriedad cívica y recibimiento espontáneo. Debe de dar cabida al juego y al aprendizaje.

A la petición del programa de ordenar una colección de dos millones de libros en diversos niveles que cuenten con vistas ininterrumpidas se propone la solución de hundir los libros en “estanques” contenidos dentro del espesor de cada piso, lo que da por resultado espacios totalmente abiertos.

El edificio está dividido en tres áreas principales: la planta baja, con su gran altura y su carácter invitante, una parte central donde se alojan todas las colecciones y un roof garden rodeado de las áreas administrativas. En otras palabras, el edificio está organizado alrededor de un núcleo que contiene el tesoro de la biblioteca: cinco niveles de colecciones de libros. Las áreas de lectura y los servicios rodean en cada piso los estanques temáticos. Esta organización da al usuario gran flexibilidad, como la de leer en el área exterior del jardín vertical, escoger una mesa cercana al estanque, o aislarse en uno de los cuartos de trabajo dispuestos en el perímetro. Con esta disposición se logra también que el personal de la biblioteca lleve un control puntual de todo el inventario.

Una gran boca en planta baja funciona como acceso principal a la biblioteca. Desde el momento del ingreso al edificio, el usuario puede percatarse de la dimensión vertical de éste, debido a un enorme tragaluz que se ramifica en tres partes y que conecta los diferentes componentes de la biblioteca. La planta baja se relaciona también con los programas adyacentes a la biblioteca, como son un complejo de cines y el museo de los niños, con lo cual todo este espacio funciona como una conexión horizontal de aprendizaje y entretenimiento.

La biblioteca entabla una fuerte relación con la plaza principal del centro cultural. Su fachada se puede interpretar como una continuación vertical de la vegetación existente en la plaza, lo cual invita al usuario al interior. Las ondulaciones del jardín vertical y sus paños cambiantes crean una relación más estrecha entre interior y exterior.

Las fachadas norte, este y oeste, están recubiertas de una doble piel de cristal que provee de aislamiento térmico y sónico al edificio. El espacio de amortiguamiento también sirve para la conducción de aire fresco al interior. El cristal serigrafiado con letra manuscrita, sirve de protección lumínica extra, y los letreros que anuncian el contenido de las colecciones, sirven para orientar al usuario antes de su ingreso. La fachada sur, funciona como un jardín vertical que cumple con el área exterior requerida en el programa, aparte de que filtra los rayos solares que inciden a lo largo del día.