Cementerio en San Miguel de Allende

El cementerio se encuentra localizado en el límite norte de la ciudad, en el Valle del Obraje, en el cual destacan tres elementos, un acueducto, una presa, fabricados ambos con mampostería en el S. XIX, y un gran promontorio rocoso, que es una presencia constante que preside el valle. La disposición de cada uno de los edificios establece un dialogo permanente con el paisaje.

La idea central que estructura el proyecto es el crear un recorrido que parta del mundo cotidiano de la ciudad, a un mundo de introspección y recogimiento. Esto se logra con la colocación de los elementos del programa arquitectónico a lo largo del recorrido: un mercado de flores para dar la bienvenida al lugar, el edificio de velación que separa al mundo de los vivos del de los muertos, y la zona de enterramientos, que contiene criptas, columbarios, el crematorio y una capilla abierta como remate del recorrido.

El proyecto establece también un límite para el crecimiento de San Miguel de Allende, lo cual evita que se dé la condición de contar con una periferia poco consolidada.