Brujas 26

Al crecer exponencialmente las ciudades, atrapan muchas veces en su camino edificaciones provenientes de otra época, que en algún momento estuvieron desligadas de la estructura urbana y que de un día a otro se encuentran inmersas en ella.

Este es el caso de la finca de 1903 localizada en el barrio Brujas, en Querétaro, el cuál se encuentra colindando con el centro histórico en su parte sur y con barrios residenciales en sus otros frentes. Contando con una localización inmejorable, con un edificio de carácter único y pensando en impulsar la vida en el centro de la ciudad en vez de poblar la periferia, se ha decidido llevar a cabo un conjunto habitacional de cinco departamentos que ofrezcan lo mejor de los mundos posibles.

La finca se desplanta en un terreno de 1312 m2, con frentes a una vialidad secundaria y al barrio antes mencionado. Dentro de este predio, otros elementos importantes son dos laureles de la india monumentales que crecen a ambos lados de la construcción. En el edificio existente se han adaptado tres departamentos y dos más en un edificio nuevo. Conceptualmente, se decidió utilizar tabique industrializado aparente en el edificio nuevo, para establecer un diálogo entre materiales, pero con procesos de fabricación diferentes. Volúmenes forrados de lámina de zinc completan ambos edificios, lo cuál los relaciona con mayor claridad. Los departamentos tienen en promedio un área de 170 m2, lo cuál les proporciona la comodidad de una vivienda de mayor área sin contar con espacio desaprovechado.