Auditorio de usos múltiples para la Universidad de Querétaro

Una institución educativa tiene pocas veces la oportunidad para, con un solo edificio, contribuir a nivel urbano y arquitectónico tanto como la Universidad Autónoma de Querétaro con el Auditorio de Usos Múltiples.

Al identificar varios problemas inherentes al sitio, decidimos darles solución al mismo tiempo que al auditorio, y basamos nuestro planteamiento conceptual en esta visión.

En primer lugar, el perímetro de la universidad es poco permeable. La universidad se percibe desde el exterior como una fortaleza a la cual no se puede acceder más que en puntos muy específicos, que privilegian principalmente al automovilista.

Esta misma poca permeabilidad de la universidad al exterior, genera un desarrollo desigual en su entorno. La situación en la calle de Hidalgo es totalmente diferente a la situación que nos ocupa en la cara norte del campus.

Por último, el campus como tal, carece de un sentido de unidad debido a la fragmentación tan grande que existe entre las diferentes escuelas. Los edificios entre sí tienen poco o nada que ver entre ellos, y no es evidente la existencia de un plan maestro que los ordene.

Basados en estos puntos, nos propusimos ligar el edificio con su contexto, por medio de circulaciones peatonales y plazas, y, con este gesto, incentivar la solución de los problemas planteados anteriormente. El edificio de sitúa en el remate de la calle proveniente de la nueva Plaza Santa Cecilia, con lo cual se crea una puerta norte de acceso que relaciona al campus directamente con la ciudad y promueve la relación de la universidad con la comunidad. Esta puerta norte se convierte también en un acceso peatonal digno.

El edificio en sí, se convierte en una circulación, con escalinatas y una plaza, que permite salvar el desnivel existente y ligarnos al sistema peatonal de la universidad.